lunes, 2 de mayo de 2016

PROCESO DE CREACIÓN DE UN RECORDATORIO

Normalmente en las entradas suelo enseñaros las cosas que voy haciendo una vez que están ya terminadas y en manos de sus dueños.

Hoy, sin embargo, me gustaría enseñaros cómo es el paso a paso de una de las cosas con las que he estado entretenida últimamente. Os voy a mostrar cómo es el proceso de creación de los recordatorios personalizados que hago de Primera Comunión. Viéndolos una vez ya terminados, a lo mejor no se aprecia todo el trabajo que llevan detrás. Por eso he aprovechado para ir haciendo fotos de todo el proceso con uno de los últimos recordatorios que he hecho en estos días pasados. Espero que os guste ver un poco cómo son las “tripas” de este trabajo, desde el comienzo hasta tener el producto ya terminado ;-)

En primer lugar, para hacer el recordatorio personalizado, lo primero que necesito es tener fotos de los protagonistas del recordatorio y del vestido que van a llevar en su gran día.

Os voy a enseñar en este proceso los dibujos que realicé para preparar el recordatorio de Paula, que ha hecho este pasado fin de semana la Primera Comunión.

A partir de las fotos, realizo un dibujo del niño o niña a lápiz en el que intento reflejar sus rasgos más característicos.

Este es el comienzo de la historia, con el dibujo a lápiz a partir de las fotos:



Una vez hecho el dibujo, cuando considero que está correcto, paso a definir el contorno del mismo con rotulador negro:


El siguiente paso es ya comenzar con el color. En esta fase he de reconocer que es en la que más disfruto. Sobre todo, me gusta recrearme en la realización del pelo. La verdad es que puedo estar más de media hora para dar color al pelo, ya que empiezo por un color base al que voy aplicando varias capas de color de diferentes tonalidades para intentar que sea lo más real posible:


Una vez que el pelo y la cara están listos, le toca el turno al vestido. Aunque parezca que, por ser blanco el vestido en el caso de las niñas, eso tiene poco que colorear, no os creáis: hay que intentar conseguir el volumen en la falda a base de dar varias capas de sombras en distintos tonos para poder conseguir ese efecto.

Aquí podéis ver el dibujo terminado:


Y así es como queda ya definitivamente el dibujo, preparado para poder ser empleado en el montaje del recordatorio:


A partir de ahora, el resto del trabajo ya deja de ser puramente manual para entrar en la fase un poco más tecnológica, ya que el montaje del mismo lo hago con el ordenador.

Así queda ya montado el recordatorio, siguiendo las preferencias de quien me lo ha encargado, que previamente ha elegido el tipo de fondo que quiere que lleve, tanto en la parte superior como inferior del mismo, el tipo de letra y el texto que debe aparecer:


Y una vez terminado el montaje, ya sólo queda enviar el resultado a la imprenta para que todos estos pasos que hemos ido dando se transformen en algo tangible y que pueda ser entregado a todos aquellos que acompañarán al protagonista de este día tan importante:



¿Os ha gustado el resultado final? ¿Y el proceso? ¿Pensábais que esto llevaba menos trabajo? ¿O por el contrario pensábais que era algo más trabajoso de hacer?

Lo cierto es que hacer un trabajo personalizado requiere un esfuerzo mucho mayor que el que lleva repetir el modelo que ya ha elegido otro con anterioridad. Pero estoy convencida de que a los niños les hace una enorme ilusión verse reflejados a si mismos en estos pequeños regalos y que se sienten, como no podía ser de otra forma, protagonistas absolutos de su celebración.


Besos y hasta la próxima entrada.

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